San Miguel de Tucumán, 14 de julio de 2025 – En un año que se perfila crucial para el calendario político, el gobernador Osvaldo Jaldo mantuvo esta mañana una reunión en Casa de Gobierno con el presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla. El encuentro, que se centró en el armado político provincial, dejó en claro la preocupación del oficialismo por consolidar la unidad interna de cara a las próximas elecciones de octubre y proyectar una alternativa nacional para 2027.
Mansilla destacó que, además de la compleja administración provincial, la gestión de Jaldo debe afrontar un "año electoral", donde el mes de octubre será "fundamental, no tan solo en lo político, sino en lo institucional". Esta afirmación subraya la doble presión que recae sobre el gobierno: continuar con la gestión diaria al tiempo que se tejen las alianzas y estrategias para la contienda electoral.
El legislador también hizo referencia a la reciente reunión entre el gobernador Jaldo y el exgobernador y actual senador nacional Juan Manzur. Mansilla calificó este encuentro como un paso importante, señalando que los justicialistas son "conscientes de que la unión es importante". El respaldo de Manzur a Jaldo es visto como un apoyo institucional crucial, considerando que el Gobernador "no tan solo tiene que pensar por él, sino en los casi dos millones de tucumanos". Esta referencia a la magnitud de la responsabilidad de Jaldo legitima la necesidad de un respaldo amplio dentro del justicialismo.
Más allá del ámbito provincial, la mirada de Mansilla se proyecta hacia el futuro político nacional. Reconoció que "hay muchos Gobernadores que representan al espacio con muy buena imagen y muy buena gestión". Sin embargo, fue categórico al afirmar que actualmente no existe una "alternativa válida para el 2027" en el plano nacional para el peronismo.
Esta declaración es un llamado de atención a la dirigencia nacional del justicialismo, instándolos a una confluencia que derive en la unión de todos los sectores para construir una propuesta sólida y competitiva. El mensaje implícito es que el peronismo, a pesar de contar con figuras provinciales fuertes, necesita articular una estrategia unificada que trascienda los liderazgos regionales si aspira a recuperar el protagonismo en el escenario presidencial.
El encuentro entre Jaldo y Mansilla no fue una mera formalidad; fue una señal clara de que el gobierno tucumano está activamente involucrado en la construcción política, tanto a nivel local como en la proyección nacional del peronismo, con la unidad como bandera principal para enfrentar los desafíos venideros.