San Miguel de Tucumán, 11 de julio de 2025 – En un contexto de crecientes tensiones entre las provincias y el Gobierno Nacional, el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, ha alzado la voz de manera contundente. En una reciente conferencia de prensa, Jaldo ratificó la firme postura de su administración de no aceptar el traspaso de rutas nacionales y, además, salió al cruce de las críticas del jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, defendiendo con vehemencia la autonomía y el equilibrio fiscal de la provincia.
La decisión del Gobierno Nacional de disolver la Dirección Nacional de Vialidad y transferir sus funciones al Ministerio de Economía, en el marco del decreto 461/2025, ha encendido las alarmas en Tucumán. El gobernador Jaldo expresó su profunda preocupación por las implicancias de esta medida, no solo por el destino de los 600 kilómetros de rutas nacionales que atraviesan la provincia, sino también por el futuro de los trabajadores del organismo.
"No conozco el rol de la ex Vialidad Nacional ni el destino que va a tener la gente que trabajaba en ese organismo", señaló Jaldo, lamentando que personas que han entregado "mayor parte de su vida a una repartición" queden de la noche a la mañana sin empleo.
Respecto a las rutas nacionales, el gobernador fue categórico: Tucumán no aceptará el traspaso. Argumentó que la provincia ya prioriza la atención de sus extensos kilómetros de rutas provinciales, secundarias y terciarias, que son vitales para conectar las economías regionales. "Tenemos presupuesto para atenderlas, pero no tenemos para mantener las rutas nacionales, que son de exclusiva responsabilidad del Gobierno Nacional", sentenció. Esta postura contrasta con la de otras provincias que, según el gobernador, sí aceptaron el traspaso "con los recursos correspondientes". La incertidumbre sobre el futuro mantenimiento de la Ruta Nacional 9, la 157 y la 38, fundamentales para la conectividad de Tucumán, es palpable.
Las declaraciones del jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, cuestionando el manejo de los recursos provinciales, encontraron una respuesta firme por parte del gobernador Jaldo. En un tono enérgico, el mandatario tucumano defendió la administración de su provincia y la autonomía de los gobiernos locales.
"No me pongo el sayo, no corresponde a Tucumán", afirmó Jaldo, subrayando que "cada gobernador sabe cuál es la administración de cada una de las provincias. Las provincias son autónomas, los gobernadores somos elegidos por la voluntad popular, como es elegido el presidente". Este pronunciamiento es una defensa de la federalismo y el respeto a las decisiones tomadas en el ámbito provincial.
Jaldo destacó que desde que asumió el 29 de octubre de 2023, antes de la asunción del actual presidente, su gestión adoptó medidas que permitieron alcanzar el equilibrio fiscal y un pequeño superávit. Esto, según el gobernador, les permite "pagar hasta los días 6 los sueldos a nuestros empleados públicos" y, a diferencia de otros tiempos, financiar obras de infraestructura con fondos provinciales, sin depender de recursos nacionales o internacionales.
El gobernador no dejó pasar la oportunidad para recordar otras decisiones del Gobierno Nacional que han impactado negativamente en las provincias, como la eliminación del incentivo docente, la compensación al transporte, la conectividad, los medicamentos oncológicos y varios programas de salud, responsabilidades que, según Jaldo, terminaron siendo afrontadas con recursos provinciales.
"Nosotros hicimos los deberes y los hicimos bien. No vamos a dejar que el Gobierno Nacional nos desequilibre las finanzas en la provincia de Tucumán", concluyó Jaldo, reafirmando el compromiso de su gestión con el equilibrio fiscal, el cumplimiento de las obligaciones en salud, educación, obra pública y asistencia a los sectores vulnerables. La postura del gobernador tucumano es un claro mensaje de defensa de los intereses provinciales frente a las políticas nacionales que, desde su perspectiva, buscan trasladar responsabilidades sin los recursos adecuados.